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Teatro Colón: De Verdi a Babasónicos

El lunes 14 de noviembre, el grupo Babasónicos presentó su último disco "Impuesto de fe (desde adentro)”, en el Teatro Colón. Un escenario poco usual para este tipo de música que no condice con la ópera, el ballet o los conciertos.

En esta nueva modalidad del gobierno actual, que pretende hacer que la gente se acerque al Colón y pueda ver y disfrutar espectáculos que nada tienen que ver con un teatro de ópera, se está dejando de lado la importancia de este Coliseo, cuya restauración y puesta en valor llevó varios años y un elevado costo que permitió dejarlo espléndido, como cuando se había inaugurado, en 1908, con la Opera Aída, de Giusseppe Verdi.

El Colón es símbolo de cultura y siempre ha conservado ese glamour que se traduce en gente elegantemente vestida, acorde para una ocasión especial, en esa maravillosa sala que figura en la lista de las cinco más importantes del mundo, no solo por su belleza arquitectónica sino por su excelente acústica.

Esta función del grupo Babasónicos como de otros grupos que nada tienen que ver con los espectáculos de un Teatro de estas características, sobre todo por el público que convocan, generalmente jóvenes que están acostumbrados a estadios u otros espacios al aire libre, a los que se asiste vestidos de otra manera y donde el comportamiento no es cuidado, cada uno se expresa como quiere, pero "el Colón es el Colón" y no debería permitirse que se produzca esta metamorfosis negativa.

Si el gobierno quiere hacer del Colón un lugar de cultura popular, deberían tratar de captar al público para acercarlo realmente a la cultura e incluso, más allá de la ópera, ballet o conciertos, también se podrían incorporar espectáculos que tengan que ver con nuestra propia cultura, el folclore y el tango. El rock tiene su propio público y sus códigos que abarcan desde la vestimenta al comportamiento, que va desde el pogo, el coreo de los temas, los saltos, silbidos, etc. y el ámbito para poder manifestarse con total libertad y expresarse como les gusta, no es precisamente el Colón.

La misma banda, Babasónicos, ya había generado polémica cuando Adrián Dárgelos, líder del grupo de rock argentino, minimizó la importancia de tocar en el Teatro Colón y se permitió compararlo con Cemento...

¿Qué fue lo que dijo en un reportaje, días antes de presentarse en el Colón? "No estaba en nuestros planes tocar acá, pero como estamos en medio de una gira de teatros nos pareció que era un buen momento para aceptar la propuesta. Entre Cemento y el Colón hay apenas veinte cuadras de diferencia, no más".

¿Qué respondió Darío Lopérfido, director del Teatro? "No salgo de mi asombro al ver cómo algunos músicos pueden desconocer la historia y el prestigio del Teatro Colón. También me pregunto para qué quieren venir al Colón si para ellos 'cantar en un teatro es incongruente'. El problema en nuestro país es que se confunde 'popular' con falta de calidad. Voy a evaluar seriamente si Babasónicos deben cantar en el mismo escenario que pisaron hace muy poco tiempo Jonas Kaufman, Marcelo Álvarez, Daniel Barenboim y Martha Argerich".

Lo cierto es que cantaron, pero la culpa no es del chancho, es de quien le da de comer y no se puede dar pan a quien no tiene dientes.

Y no solo cantaron, también hubo otra gota que colmó el vaso y fue cuando Adrián Dárgelos bajó del escenario, para cantar desde la platea y se trepó a uno de los palcos. Algo totalmente desubicado y que no puede permitirse.

Es difícil imaginar que en ese mismo escenario en el que cantaron los mejores tenores y sopranos del mundo, donde bailaron los mejores bailarines del mundo y nuestros mejores exponentes y donde han interpretado sus mejores conciertos, destacadas orquestas, ahora, el público de Babasónicos coreó estrofas de "Putita", uno de los temas que interpretó la banda...

Susana Espósito - Noticia publicada el: Martes 15/11/16 - (Cantidad de caracteres: 3829)