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Ecoparque o Polo Gastronómico

La creación de Ecoparque, en el predio que fue el Jardín Zoológico, es polémica desde su inicio. Animales que debían trasladarse y aún siguen allí, denuncias por abandono de los mismos, por tala de árboles añosos y ahora se suma el descontento de vecinos y las críticas de Organizaciones nacionales e internacionales, debido a que los recintos de gran valor patrimonial, que eran habitados por animales, se convertirían en restaurantes.

Se percibe una sensación de incertidumbre acerca de esta transformación del Zoo. Parece que todavía no se ha encontrado el rumbo, porque de hecho, ya se sabe que muchas especies que aún viven allí, no podrán ser trasladadas a santuarios, por distintas razones y entonces, ¿cómo quedaría el proyecto final? ¿Eco Zoo, Polo gastronómico?

Los ambientalistas rechazan la posible transformación del predio en un negocio gastronómico e inmobiliario, en tanto las autoridades del zoo argumentaron que la Ciudad no puede hacerse cargo de la puesta en valor de los edificios en mal estado. Las concesiones a privados de 21 jaulas y por 30 años, dijeron, son necesarias para garantizar la provisión de alimentos y bebidas a las familias que visiten el lugar.

Un comunicado de la Wildlife Conservation Society expresa que: "La transformación de una institución con fauna silvestre en un shopping-patio de comidas al aire libre no guarda relación alguna con los estándares internacionales de bienestar animal a los que alude la ley que impulsó el mismo gobierno porteño".

Según la ley 5752, durante la reconversión en Ecoparque -postulado como un espacio sin animales exóticos- se debe priorizar el bienestar de las especies.

Cabe recordar que, en su momento, el Gobierno de la Ciudad fue quien convocó a las mismas ONG para asesorar y acompañar el proceso de cambio, pero que ante reiterados incumplimientos oficiales a los lineamientos propuestos optaron por hacer oír su voz en defensa de los animales.

Doce de los 21 recintos en cuestión, todavía están ocupados por sus moradores (elefantes, jirafas, cebúes y serpientes), que aún no tienen un destino alternativo fuera del zoológico.

Desde la Fundación Temaiken han hecho saber que no entienden el apuro y que se está haciendo todo al revés; primero concesionan los edificios y luego se hablará sobre los animales.

Guillermo Harris, director en la Argentina de Wildlife Conservation Society, organización a cargo de los cuatro zoológicos de Nueva York, consideró: "Se debe preservar el bienestar de los animales, embajadores de sus congéneres en ambientes naturales cada vez más reducidos. De ahí que su rol sea clave para generar conciencia sobre la fauna en estado natural".

En este momento, 1200 animales habitan el zoológico de Palermo y deberán convivir con las obras de restauración, demoliciones y nuevas construcciones. El ingreso de camiones, obreros, la contaminación sonora y otros factores más, serán contraproducentes para los animales y eso genera gran preocupación en las asociaciones protectoras y también en muchos porteños que se involucran en el tema.

En respuesta a las críticas de las ONG, el gobierno porteño emitió un comunicado en el que habla de la necesidad de licitar y concesionar esos recintos, para poder recuperarlos y ponerlos en valor, para que se haga un uso responsable y eficiente de los recursos económicos del estado, ya que la recuperación de esos edificios implica un alto costo y hay que tener en cuenta diversas prioridades que debe atender la ciudad.

En cuanto a los locales gastronómicos, la intención es brindar servicios básicos indispensables, garantizar que durante el recorrido los visitantes cuenten con espacios que ofrezcan comidas y bebidas, ya que generalmente, la gente pasa varias horas en este tipo de paseos y siempre es bueno hacer un alto para comer y beber algo.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Viernes 15/12/17 - (Cantidad de caracteres: 3823)