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    ¿El mate necesita sommelier?

    Cuando escuchamos la palabra sommelier, sabemos que es el especialista en vinos. Se trata de una noción francesa que llegó a nuestra lengua como sumiller, aunque es habitual que se emplee directamente el vocablo galo. Se trata del especialista en vinos que, en un restaurante, hotel u otro tipo de establecimiento, recomienda a los comensales qué bebida elegir de acuerdo al plato en cuestión.

    el mateSin embargo, los argentinos tenemos una creatividad increíble y somos mandados hacer a la hora de inventar, por eso, en los últimos tiempos escuchamos hablar de sommelier de café, de té, etc, etc y también de mate.

    La pregunta es: ¿Los argentinos, necesitamos un “sommelier de mate”?, alguien que nos diga cómo debemos curar, armar, cebar y tomar un mate. Desde el gaucho que ponía a calentar el agua en el fogón hasta nuestros días, hemos hecho del mate una cultura propia, o mejor dicho, una cultura que también compartimos con paraguayos y uruguayos, que andan todo el día con el mate y el termo bajo el brazo, donde quiera que vayan.

    El mate es el compañero mientras estudiamos, el sinónimo de encuentro con amigos y las largas rondas de mate que pasa de mano en mano, el compañero de viajes, las tardes en familia y tanto más.

    De acuerdo a una nota publicada en un periódico matutino, hace varios meses, decía que la primera sommelier en el mundo especializado del mate se llama Valeria Trapaga, quien se especializó en el Establecimiento Las Marías, en la provincia de Corrientes.

    Según comentaba en esa nota, para aprender a apreciar y percibir la yerba con los cinco sentidos, lo primero que se debe hacer es mirarla, observar el palo, la hoja, el polvo, que nos permitirá saber si está balanceado. Luego el color, que puede ser desde un verde claro amarillento o más oscura, los palos deben estar lo más enteros posibles y el polvillo debe desprenderse fácilmente de la palma de la mano. El aroma debe percibirse como hierba seca con un leve dejo tostado y ya al preparar el mate, cuando introducimos la bombilla, el ruidito que se percibirá al entrar en la yerba, nos dirá si ha tenido el secado correcto.

    Una vez cebado el mate, podremos sentir en la boca distintos sabores, de acuerdo al tipo de yerba y así podrán aparecer toques amargos, agradables o aterciopelados, dulces y largos o persistentes y profundos.

    Lo cierto es que en Argentina, no hace falta seguir una carrera ni recurrir a un sommelier para aprender a tomar mate, es una tradición, que como tal, se va transmitiendo de boca en boca y de generación en generación aunque después dependerá de los gustos personales a la hora de elegir.

    El Día Nacional del Mate se celebra el 30 de noviembre en Argentina y se realizó por primera vez en el año 2015 para rendir homenaje al mate nacional y así reconocer su importancia para el país. Así fue establecido por el Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, mediante la Ley 27.117 , Sancionada el 17 de diciembre de 2014, promulgada de hecho el 20 de enero de 2015, y publicada en el Boletín Oficial de la República Argentina, el 28 de enero de 2015.


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Viernes 12/05/17 - (Cantidad de caracteres: 3097)




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