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El Hipódromo Argentino de Palermo
cumple 141 años

Situado en Av. del Libertador 4101, el Hipódromo Argentino de Palermo fue Inaugurado el 7 de mayo de 1876 y el domingo cumplió 141 años. El día de su inauguración los tranvías y los trenes disponibles no fueron suficientes para llevar a la gran cantidad de gente interesada en presenciar el evento. Aun así, cerca de 10.000 personas presenciaron la primera carrera disputada, que fue ganada por el caballo Resbaloso.

Fue el primer centro hípico formal de Buenos Aires, ya que habían existido otros dos anteriores, en el pueblo de Belgrano, destinados a las carreras de caballos.

En sus inicios, la primera Tribuna Oficial del Hipódromo Argentino de Palermo era de madera, ladrillos y techos de zinc. Tenía además una pintoresca cúpula metálica que no se conservó, pero que quedó plasmada en algunas fotografías antiguas. A diferencia de las costumbres en otros lugares del mundo, como en Inglaterra o Francia, aquí aquella tribuna la compartían por igual todas las clases sociales y actualmente sigue siendo una de sus principales características.

Con el correr del tiempo, fue el arquitecto francés, Louis Faure Dujarric quien estuvo al frente de las obras de las nuevas tribunas, que son parte del Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad. Los pórticos de ingreso, los salones, las arañas, la composición de la fachadas, los pisos de madera y mármol, las majestuosas escaleras; fue pensado y ejecutado como un palacio.

También el mismo arquitecto fue quien en 1912 diseñó la confitería La París, otro edificio histórico en el Hipódromo, más pequeño pero igualmente rico a nivel arquitectónico. Ambos están unidos por un paseo dominado por tipas gigantes que generan un pulmón verde increíble.

Pocos saben que el hipódromo tiene un rincón inaccesible para el público. Es la villa hípica, a donde solo pueden entrar peones, jockeys, cuidadores, veterinarios, los dueños de los stud y claro, los caballos. Está ubicada en la otra punta de las tribunas, en Olleros y las vías del Ferrocarril Mitre; un predio lleno de caballerizas, la representación del campo en plena Ciudad.

Cuando hablamos del turf, no podemos dejar de pensar en Irineo Leguisamo, un jockey que ganó cuatro mil pruebas, entre ellas 480 clásicos, un hecho único en el mundo. Considerado uno de los grandes deportistas del mundo, fue muy querido por quienes lo conocieron y entre sus amigos más destacados podemos citar a Gardel y Palito Ortega.

Vale la pena recordar a Marina Lezcano, una joven que había nacido el 5 de enero de 1957 en la localidad de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, estudiante de piano, guitarra e inglés, considerada por los medios periodísticos y la gente del turf como la mejor jocketa argentina de todos los tiempos. El 15 de diciembre de 1974, con tan sólo 17 años, pesaba 41 kilos y debutó en las pistas argentinas. El 3 de octubre de 1976 se convirtió en la primera mujer en ganar el Gran Premio Nacional con el potrillo Serxens. Su mayor logro fue haber obtenido en 1978, con el caballo Telescópico, primero la Triple Corona del Turf Argentino, convirtiéndose en la primera jockey mujer en el mundo en ganar una Triple Corona, y luego la Cuádruple Corona del Turf Argentino. Corrió su última carrera el 30 de abril de 1989 y ganó más de 100 clásicos.

El Hipódromo ha sido la gran debilidad de muchos, que cada domingo apostaban hasta el último centavo con la ilusión de ganar, pero generalmente, el azar hacía que la mayoría se fuesen con los bolsillos pelados.

Este lugar ha sido fuente de inspiración para la creación de varios tangos, como por ejemplo: "Por una cabeza", "Burrero", "Leguisamo solo", "Palermo", entre otros, que hablan de la pasión de los "burreros" por el turf.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 08/05/17 - (Cantidad de caracteres: 3725)