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Penalizan a trapitos con tareas comunitarias

El tema de los trapitos, sus abusos y a veces, amenazas, representan en los últimos años otro de los problemas que enfrentamos los porteños. Durante la gestión de Macri, como jefe de Gobierno, se habían tratado en la Legislatura porteña, en varias oportunidades, proyectos para eliminar esta actividad y otro para legalizarlos y regularizar la actividad pero la oposición nunca los aprobó.

Es sabido que además de los que cuidan coches en varias calles de la ciudad, los que más se abusan son los cuidacoches que cuando se realizan eventos masivos como los partidos de fútbol o recitales, exigen a quien quiera estacionar, sumas de dinero altísimas.

Ante esta reiterada situación y mientras se espera una definición para prohibirlos o regularizarlos, la Justicia comenzó a aplicar otros caminos alternativos y ya se penaliza a quienes ejercen esa actividad y sean denunciados por los vecinos, reiteradas veces, a cumplir tareas comunitarias en hospitales o iglesias, mediante probation, para evitar llegar a un juicio contravencional. Las tareas comunitarias se extienden por tres meses en los sitios convenidos y la suspensión del juicio será efectiva si el imputado cumple con los requerimientos de la probation.

Esta es la primera acción directa y masiva contra los cuidacoches, resultado de un trabajo que comenzó a realizar en enero de 2016 la Unidad Fiscal Norte, una de las cinco unidades que componen la Fiscalía de la Ciudad. Desde ese momento hasta hoy, el organismo recopiló 3218 denuncias e inició 1045 casos. Entre ellos, 154 correspondientes a personas con hasta 50 reincidencias en la misma zona; es decir, después de labrárseles un acta, volvían a pedir dinero en la vía pública.

Esta medida tiene como objetivo desactivar las organizaciones que operan detrás de las personas.

Mientras tanto, la Legislatura avanzaría con la prohibición total o parcial de la actividad, ya que el artículo 79 del Código Contravencional sanciona a las personas que exigen retribución económica por cuidar vehículos en la vía pública sin contar con autorización y eso, claramente, no se cumple. Para comprobar la extorsión -el pedido de dinero a cambio de la promesa de vigilancia-, es necesario demostrarlo con testigos y, sobre todo, que el damnificado lo denuncie, algo que la mayoría de las veces no sucede.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Martes 21/03/17 - (Cantidad de caracteres: 2353)