Usted es el visitante

Desde 01/01/2016

www.conozcabuenosaires.com.ar

---

---

Errores que cuestan caro

En el año 2011, el Gobierno de la Ciudad adquirió al Metro de Madrid formaciones de subte que costaron cuatro millones de euros. Este año se comprobó que dichas formaciones tienen elementos con asbesto, un material cancerígeno y por eso, se convertirán en chatarra. Errores que cuestan demasiado caro.

Han sido 24 coches CAF 5000 que estaban destinados a la línea B y según informaron en España, la compra fue por 4,2 millones de euros, aunque en Buenos Aires dicen que el costo total de las formaciones más impuestos, flete, repuestos y adecuación costó U$S 550.000.

El 26 de julio de 2013, cuando inauguraron las estaciones Juan Manuel de Rosas y Echeverría del subte B, Mauricio Macri llegó a la cabecera de Villa Urquiza y abordó una formación.

Lo terrible es que cuando se compraron esos vagones, se sabía que en España habían sido usados durante 32 años y estaban destinados a desguace. Incluso, en el Metro madrileño, aunque era un secreto a voces, se sabía que las formaciones contenían asbesto, también conocido como amianto, cuyas fibras son muy livianas, se esparcen con el aire y al respirarlas se adhieren a los pulmones.

Sin embargo y más allá de saber que eran prácticamente material de descarte para los españoles, parece que el Gobierno porteño lo consideró un buen negocio, los compró y luego de semejante gasto descubrieron el error cometido y la importante pérdida de dinero.

Los españoles recién reconocieron la presencia de amianto en los CAF 5000 en febrero de este año, cuando varios trabajadores de los talleres se enfermaron de asbestosis.

La noticia llegó a Buenos Aires también en febrero y Sbase decidió sacar de circulación las tres formaciones de CAF 5000 que estaban en servicio en la línea B, así como mantener bien guardados los otros seis coches que conformaban un tren de reserva. Según se explicó desde la empresa estatal, hay una pieza con asbesto por formación, que está debajo de la carrocería, por lo que la salud de los pasajeros no estuvo en peligro.

Desde Sbase viajaron a España para identificar esa pieza contaminada y encontrarla en los coches de la línea B. Pero, según afirman, pese a que se formó una comisión entre la empresa y los gremios, los metrodelegados impedían sacar las formaciones para trasladarlas al taller en el que se harían los estudios finales.

Ahora, fuentes del Gobierno porteño, comentaron que contrataron a una empresa especializada en el tratamiento de este tipo de piezas. La semana pasada, una vez que se permitió mover los trenes, sus expertos están haciendo estudios para terminar de constatar que hay piezas contaminadas y una vez realizado ese análisis, serán retirados para convertirlos en chatarra.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Martes 16/10/18 - (Cantidad de caracteres: 2695)