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El ladrón sigiloso de la visión

El Glaucoma, enfermedad que en Argentina padecen más de 1 millón de personas. La doctora Anahí Lupinacci, especialista del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral, explica los beneficios de las consultas médicas para detección temprana.

El glaucoma es la principal causa de ceguera no reversible en todo el mundo. Se estima que existen 4,5 millones de personas ciegas debido a esta enfermedad ocular, que deteriora paulatina e irreversiblemente la visión. "En la Argentina, lo padecen más de 1 millón de personas y prevalece en más del 3% de los mayores de 40 años, y del 7% en mayores de 75 años", detalla la doctora Anahí Lupinacci, docente de la cátedra de Oftalmología de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.

"Lo peligroso es que no suele presentar síntomas en sus comienzos. Por esta razón, se lo suele llamar 'el ladrón sigiloso de la visión'", agrega la especialista del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral. De todas formas, con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, la gran mayoría de los pacientes conservan su visión.

"Dentro del ojo hay un líquido transparente que se genera y se elimina constantemente, denominado humor acuoso. A veces, por distintas razones, la salida de este líquido por sus canales naturales se obstruye, y como consecuencia aumenta la presión dentro del ojo. Esta presión alta comprime el nervio óptico y los pequeños vasos sanguíneos que lo nutren, produciendo daños paulatinos pero irreversibles", explica la doctora Lupinacci.

El glaucoma puede afectar a cualquier persona. Sin embargo, los mayores de 40 años, familiares directos de pacientes con glaucoma, personas que han sufrido traumatismos en los ojos y/o pacientes que usan o usaron corticoides tienen más riesgo de padecerlo.

"La mejor estrategia para combatir el glaucoma es consultar al oftalmólogo una vez al año para que sea él quien, a través de diferentes estudios, arribe al diagnóstico antes de que sea tarde", aconseja la docente de la Universidad Austral.

El examen de detección del glaucoma es rápido e indoloro. La doctora Lupinacci explica que, mediante diferentes aparatos, el oftalmólogo observa el fondo de ojos y toma la presión ocular. Estos estudios forman parte de la consulta oftalmológica habitual. En caso de detectar posibles signos de glaucoma (presión ocular alta o algún daño en el fondo de ojo), otros estudios -como un campo visual, una paquimetría, una tomografía del nervio óptico-, ayudan a arribar al diagnóstico, permitir el seguimiento de la enfermedad y evaluar la necesidad de iniciar un tratamiento.

Si bien la pérdida de visión ocasionada por el glaucoma no se puede recuperar, su progreso se puede detener mediante gotas que reducen la presión en el ojo. Los pacientes con glaucoma deben aplicarse gotas oftálmicas todos los días y hacerse controles periódicos. También hay ciertos láseres específicos para glaucoma. Y, en caso necesario, una cirugía puede ayudar a mantener la presión ocular para que no dañe el nervio óptico y termine ocasionando pérdida de visión irreversible.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 20/05/19 - (Cantidad de caracteres: 3121)