Conozca
|
www.conozcabuenosaires.com.arLo mismo un burro que un gran profesor...Maestros de escuelas de la Ciudad de Buenos Aires se quejan del desorden que se produce en las aulas, entorpeciendo el inicio de las clases. Pero, si hay desorden, ¿de quién es la culpa? ¿No será que los docentes no saben hacerse respetar? Un estudio internacional realizado en 45 países y tres ciudades arrojaron como resultado que el 52% de los docentes debe esperar un largo rato para poder iniciar las actividades del día. La situación se repite una y otra vez en las aulas argentinas. Y por lo que surge del mencionado estudio internacional que se dio a conocer la semana pasada, esta situación ocurre más aquí que en el resto del mundo. El estudio TALIS –Teaching and Learning International Survey– fue realizado por la OCDE, que releva percepciones de docentes y directivos de diversos países respecto a prácticas escolares, formación y desarrollo profesional. Participaron 45 países y 3 ciudades en 2018. De la Argentina, sólo la Ciudad lo hizo por primera vez: respondieron 4.879 docentes y 296 directores de 200 escuelas primarias y 150 secundarias, con una cobertura del 87%. Aquí, los docentes tienen, en promedio, 44 años, igual que en los demás países de TALIS. Los directores 52 años promedio, igual también que en los otros países. En la Ciudad hay más mujeres al frente de las escuelas: son el 61% de los directores y 69% de los docentes. En el mundo, 47% y 68% respectivamente. A grandes rasgos, las prácticas en el aula y la formación docente también son similares. En donde hay muchas diferencias es en el clima escolar. Además del desorden antes de iniciar el día de clases, también algunos docentes dicen que se pierde tiempo por las interrupciones de los alumnos y que el nivel de ruido en el aula genera un clima disruptivo para el aprendizaje. El 52% de los docentes de primaria señala que demora el inicio de la clase por el desorden, 48,5% dijo que pierde tiempo por interrupciones. En la secundaria, son 37,4% y 35%. En el mundo, esto último fue reportado por el 26% y 27% respectivamente. Tamara Vinacur, directora de la Unidad de Evaluación del Ministerio de Educación porteño, dijo que es un desafío resolver la cuestión del clima escolar, que termina impactando en los aprendizajes. “No se resuelve con capacitación al docente. Esto es la punta de un iceberg de otras situaciones, que puede pasar por el tipo de vínculos que aquí se establecen o la crisis de la autoridad pedagógica”, afirmó. Si viajamos al pasado, recordaremos que a los maestros se los respetaba e incluso había cierta distancia que marcaba el límite, no se tuteaba, se hacía silencio cuando el maestro ingresaba al aula, se lo escuchaba, se le hablaba con respeto. El tiempo hizo que los maestros y profesores acortaran esa distancia e intentaran tener una relación de amistad con los alumnos que no resulta conveniente porque entre amigos el trato es diferente y se puede exceder la confianza, se pierde ese respeto a la investidura del docente y luego no hay retorno. Claro está que también influye la educación y el ejemplo que cada niño recibe en su hogar, porque la educación es obligación de los padres y la instrucción lo es de la escuela. Mal pueden respetar a los maestros, cuando muchas veces se ha visto cómo los propios padres agreden de palabra y físicamente a los docentes, si están en desacuerdo con una nota puesta a sus hijos. Es necesario recuperar los valores perdidos y los adultos, debemos ser los primeros en predicar con el ejemplo: Buen día, permiso, disculpe, gracias, son solo algunas de las frases en desuso que hay que recuperar, porque la buena educación y los buenos modales no pueden pasar de moda, deben seguir vigentes. Susana Espósito - Noticia publicada el: Miércoles 03/07/19 - (Cantidad de caracteres: 3685) |
Página Declarada de
Auspiciada por: El Ministerio de Cultura del GCABA Res. 2027/2005 y la Subsecretaría de Turismo del GCABA Res. 065-SSTUR-07 |