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Avances en las obras de la Confitería del Molino

Como es de público conocimiento, después de tantos años de haber permanecido cerrada y en constante deterioro, la Confitería del Molino está siendo recuperada. Hace ya varios meses que se está trabajando en la restauración y puesta en valor de esta emblemática confitería, ícono de la ciudad.

La Confitería del Molino está situada en la esquina de las avenidas Callao y Rivadavia, donde puede verse el andamiaje que rodea su fachada. Allí, el equipo del Plan Rector de Intervenciones Edilicias (PRIE), trabaja en la parte exterior e interior, para devolverle el esplendor de otros tiempos.

El equipo del PRIE fue el que restauró la Cámara de Diputados y tiene casi listo el Senado; ahora está avanzando en completar ambientes y elementos de la Confitería proyectada por el arquitecto Francesco Gianotti.

Parte de los avances en las obras podrán ser vistos por el público que el próximo sábado 2 de noviembre, tendrán la oportunidad de visitarla, debido a que forma parte del listado de espacios que participarán en La Noche de los Museos. El salón de fiestas del primer piso ha recuperado su brillo y cuenta con su vitral restaurado a nuevo, que es uno de los 117 paños que conforman el cenital del salón de fiestas. También podrán ver la confitería limpia y con un avanzado trabajo técnico de cateo en la parte exterior, donde parte de la fachada sobre Rivadavia ya fue limpiada.

Las columnas pareadas de Carrara veteado fueron limpiadas, restauradas y se está terminando de reponer el dorado a la hoja. También reaparecieron los ornamentos dorados de los placones laterales, los estucados y los notables piñones de los coronamientos.

La baranda fue restaurada, pintada y se repusieron los rosetones y las guías de bronces, robadas antes de entregar el edificio. Se pudieron reproducir gracias a las fotos de un cumpleaños de quince, enviada por la familia que realizó allí la fiesta. El recibidor del salón reluce con sus colores originales y todas sus molduras.

Mientras, continúan trabajos técnicos de gran complejidad, que todavía no se pueden visitar por cuestiones de seguridad.

Comenzar la reparación de la torre significó un complejo estudio previo de estructuras para poder montar un enorme andamio. Literalmente, el trabajo fue de punta a punta del edificio, con reparaciones y refuerzos en los subsuelos para acomodar cargas, pandeos y otros riesgos potenciales.

Todo indica que la Confitería del Molino resurgirá de sus cenizas, más bella y a la espera de los porteños y turistas que podrán disfrutarla cuando sea reinaugurada.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 04/11/19 - (Cantidad de caracteres: 2584)