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www.conozcabuenosaires.com.arAlquilar ¿buen negocio o pesadilla?¿Qué pasará con los alquileres a partir de fin de mes? Hay gran incertidumbre tanto para los propietarios que tienen viviendas para alquilar como para los inquilinos, debido a que en pocos días vencerá el decreto que mantuvo congelados los precios de los contratos, prorrogó las renovaciones y suspendió los desalojos. Se espera que el Gobierno lo prorrogue al menos hasta enero de 2021. Al mismo tiempo, desde julio está vigente la nueva Ley de Alquileres que, según fuentes del sector inmobiliario, provocó aumentos en los precios de los nuevos contratos y menos oferta de propiedades. El decreto de necesidad y urgencia 320/20 dispuso el congelamiento de las cuotas de los contratos de alquileres hasta el 30 de septiembre de este año (se paga el mismo valor que en marzo). Si no hay cambios, la diferencia entre el monto congelado y el monto previsto en el contrato se debe pagar en cuotas (entre tres y seis) a partir de octubre. La semana pasada, el presidente Alberto Fernández confirmó que el Gobierno analiza prorrogar el congelamiento pero que aún no se tomó ninguna decisión definitiva y mientras tanto, los propietarios están a la espera de definiciones para poder esclarecer el panorama del mercado antes de tomar una decisión. Las deudas por falta de pago se deben cancelar en cuotas (entre tres y seis) mensuales a partir de octubre. En este caso, solo podrán aplicarse intereses compensatorios, que no podrán exceder la tasa de interés para plazos fijos en pesos que paga el Banco de la Nación. Hay varias cuestiones que deberán ser resueltas y aún no se sabe cómo. Una de ellas es ver qué pasará con los contratos de alquiler que vencieron durante la vigencia del decreto 320/20 y que no tenían un valor de actualización acordado. El inquilino continuó pagando hasta ahora el mismo valor y el propietario no puede compensar lo que no fue actualizado. Fernando Muñoz, presidente del Programa de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo porteña manifestó que “El decreto se debe prorrogar por varias razones. El Estado no debe descuidar el derecho a la vivienda y hay que evitar el efecto poscrisis de 2001, con desalojos masivos, venta de viviendas únicas familiares por endeudamiento con los consorcios y más inquilinización”. "El Estado tiene que garantizar que donde hay deuda el locador cobre y el inquilino reconstruya su economía familiar y siga viviendo bajo un techo digno”, agregó Muñoz. Por su parte, el Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios (Cofeci) manifestó su rechazo a una posible extensión del decreto porque advierten que provocará una disminución de la oferta de alquileres y aumentos en los precios. En las inmobiliarias aseguran que el mercado ajustó los precios en los nuevos contratos para compensar las nuevas regulaciones de la Ley de Alquileres, que está vigente desde julio y que extendió el plazo mínimo de los contratos de dos a tres años, con una actualización anual del precio en base a un índice que incluye la evolución de la inflación y los salarios. Principalmente en las unidades de menores dimensiones, los precios subieron para compensar el impuesto inmobiliario, la extensión de los contratos y los ajustes indeterminados. Algunos propietarios han sacado su propiedad del mercado para considerar otras posibilidades de inversión. Las que quedan, aplican subas en los valores iniciales de los contratos porque es la forma en que los dueños se cubren frente a la incertidumbre. No saben cuál va a ser la renta en el segundo y el tercer año de contrato. El presidente Alberto Fernández también confirmó que el Gobierno está trabajando en una solución para los deudores, que se basará en el concepto de “esfuerzo compartido”, que fue aplicado en casos de deudas luego de la crisis de 2001. Lo cierto es que quienes alguna vez invirtieron sus ahorros en una propiedad y la pusieron en alquiler para obtener una renta mensual, ahora no saben si realmente es redituable o puede convertirse en un dolor de cabeza, ya que si el inquilino deja de pagar el alquiler, no se lo puede desalojar y mientras tanto, el propietario no percibe ese dinero, que también necesita para cubrir sus gastos y la propiedad va sufriendo el lógico deterioro que también a posteriori, seguramente deba arreglar el dueño. Susana Espósito - Noticia publicada el: Miércoles 09/09/20 - (Cantidad de caracteres: 4283) |
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