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Caos en el velatorio de Diego Armando Maradona

Cuando el miércoles 25 de noviembre se dio a conocer la lamentable noticia de la muerte de Diego Armando Maradona, nadie quería creerlo.

El mundo se enteró casi inmediatamente del fallecimiento de un ídolo por el cual nos identificaban a los argentinos y comenzaron los mensajes de despedida en las redes, las condolencias, minuto de silencio en estadios y muchísimas muestras de afecto, mientras en Buenos Aires, el gobierno de la Nación organizaba el sepelio.

En principio se decretaron tres días de duelo nacional y se confirmó que la ceremonia del velatorio se realizaría en la Casa Rosada, donde se había hablado que serían varios días, para que todos los que tanto amaron a su ídolo pudieran pasar a darle el último adiós, pero no fue así. La familia consideró que se lo velaría hasta el 26 a la tarde.

Los desbandes comenzaron cuando se dijo que el velatorio finalizaría a las 16 horas y la gente comenzó a desesperarse, hubo enfrentamientos con la policía, arrojaron piedras y todo lo que encontraban a mano para tirar y por supuesto, la policía respondió con balas de goma e incluso debieron intervenir carros hidrantes porque todo era una locura y había que frenarla.

Mientras tanto, en la Casa Rosada, al momento de la llegada de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se cerraron las puertas (aparentemente por orden de ella, aunque nadie lo confirmó) y comenzó el caos en el lugar, gente que ingresó por la fuerza, gas pimienta en el espacio donde se encontraba el féretro, que debieron trasladar al salón de los Pueblos Originarios, para ponerlo a resguardo, al igual que a familiares que se encontraban en el lugar.

Fue entonces cuando la familia, que ya había accedido a extender el velatorio hasta las 19 horas, desistió de ello y todo terminó dándolo por terminado a las 16, para trasladar el cuerpo de Diego a un Cementerio en Bella Vista, donde sería sepultado junto a sus padres: Doña Tota y Don Diego. Hubo una importante custodia de la policía federal y gendarmería que acompañaron en motos todo el trayecto. También pudo observarse a dos helicópteros de la policía de la provincia, siguiendo la caravana.

Miles y miles de personas siguieron al auto que trasladó los restos de Diego por casi 40 kilómetros y otros cientos se ubicaron en puentes o aguardaron en las cercanías del cementerio Jardín para darle el último adiós.

Al cementerio ingresaron un grupo reducido de familiares y amigos íntimos entre quienes podemos citar: Sus hermanos Ana, Rita, Elsa y Raúl, sus hijas Dalma, Giannina, Jana y Diego Fernando, su exesposa Claudia Villafañe, su expareja Verónica Ojeda, su sobrino Daniel Lopez Maradona, su exrepresentante Guillermo Cóppola, el embajador de Italia en la Argentina, Giuseppe Manzo.

Lo cierto es que todo estuvo mal organizado y el Gobierno de la Nación manifestó que por suerte lo habían organizado ellos, en caso contrario hubiese sido terrible!!! A su vez, Wado de Pedro intimaba vía Twitter, a Santilli y Rodríguez Larreta a frenar esa locura, queriendo culpar al Gobierno de la Ciudad de ser el causante de los disturbios. Posteriormente y solapadamente, se culpaba a Claudia Villafañe por haber dado por finalizado el velatorio, impidiendo con esa decisión que la gente que estuvo esperando largas horas, no lograra entrar a despedir a su ídolo.

¿Qué es lo que pasa? Siempre la culpa es de los otros. ¿No intuían que eso podía suceder, o lo sabían pero la demagogia, el uso político de esa situación igual les servía y no importó?

Lamentable imagen que ha visto el mundo y luego habrá que bancarse las críticas aunque no nos gusten.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Viernes 27/11/20 - (Cantidad de caracteres: 3632)