Usted es el visitante

Desde 01/01/2016

www.conozcabuenosaires.com.ar

---

---

Demasiados protocolos y pocos controles

El aislamiento impuesto por la pandemia fue tan prolongado que la gente quedó saturada y actuó como una tropilla de caballos salvajes a los que les abrieron el corral. Salieron corriendo a buscar esparcimiento y diversión, a juntarse con amigos y familia, sin tener en cuenta que esto no ha terminado y debemos seguir cuidándonos y cuidando a los demás para que la situación no empeore.

La información durante las 24 horas del día es agobiante: cantidad de contagios, cantidad de muertos, cantidad de locales cerrados, el dólar sin control, el dinero que no alcanza, aumentó la pobreza, el Congreso creando más impuestos, la quita de coparticipación a la ciudad y así todos los días.

Para poder flexibilizar la mentada cuarentena se fueron creando protocolos adecuados a cada sector de la sociedad y de la economía: por dónde debemos caminar, salir a correr conservando una distancia, uso de tapabocas y nariz, alcohol en gel, locales comerciales que permiten el ingreso de clientes según la capacidad de cada uno y no permitiendo el uso de probadores, supermercados, shopping, restaurantes con mesas y sillas en la vereda y un mínimo porcentaje en el interior, los vuelos con distancia entre los pasajeros, los test antes de viajar y al llegar a Buenos Aires, etc.

En la teoría, mucha exigencia y en la práctica POCO CONTROL y falta de cumplimiento.

El periodista, Gustavo Segre, corresponsal argentino que vive en Brasil, twitteó sobre la falta de cumplimiento en el vuelo en el que llegaba a Buenos Aires. "El protocolo para entrar a Argentina desde el exterior por avión es un desastre por donde se lo mire. El aislamiento social NO se aplica dentro del avión y se podría mejorar para recibir turistas que traigan dólares... pero no...”

También es inconcebible que a los turistas que llegan a Buenos Aires se les haga el test, cuyo resultado se obtiene después de 12 horas, pero pueden ingresar a la ciudad. El tema es que si el resultado del test da positivo, durante esas 12 horas, el turista ya estuvo en contacto con el taxista o remisero, con quienes lo reciben en el hotel, en un restaurante e ingresa el virus a nuestro país, entonces, ¿de qué sirve?

Las fiestas clandestinas se multiplican y eso puede verse en todos los noticieros. Las cervecerías con tumultos de jóvenes que no respetan la distancia social y la mayoría sin barbijos.

En cuanto a los restaurantes y confiterías hemos relevado varios en Puerto Madero y nos sentamos en uno que tiene otro local en Recoleta. Si bien las mesas mantienen, en general, una distancia aceptable, los vendedores ambulantes pululan, se detienen en todas las mesas, hablan cerca de los que están sentados, apoyan la mercadería o una nota en las mesas donde luego se apoyan los cubiertos que se van a utilizar. En media hora, pasaron tres por nuestra mesa y los mozos y camareras no les dicen nada ni les piden que se retiren. Ni hablar de la falta de aseo en los baños, SUCIOS y riesgosos para los clientes que necesiten utilizarlos.

¿Qué pasa con los controles? ¿Quién inspecciona para corroborar que se cumplan los protocolos establecidos y exigen que se cumplan a quienes no lo hacen?

Durante varios meses el gobierno nos hizo creer que nos estaban cuidando, pero en más de una oportunidad hasta el mismo presidente apareció sin tapaboca y en reuniones sociales, a puro abrazo. ¿Se puede exigir si no damos el ejemplo?

Es necesario concientizarnos sobre la gravedad de la situación y tomar como ejemplo lo que está ocurriendo en Europa, donde ahora están pagando el precio del desbande del verano, padeciendo un rebrote, que en algunos países es peor que al momento de aparecer la pandemia.

Quedó comprobado que si bien los adultos mayores son quienes tienen mayor riesgo, los jóvenes e incluso los niños no son inmunes y aunque no se contagien son portadores del virus y pueden contagiar a otros.

Ojalá se tome conciencia a tiempo y no debamos lamentar las consecuencias del descontrol que se avecina en este verano.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Miércoles 09/12/20 - (Cantidad de caracteres: 4004)