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Día nacional de la ancianidad

El viernes 28 de agosto es el Día Nacional de la Ancianidad, en recuerdo de la proclamación de los derechos de los ancianos, que hiciera Eva Perón, el 28 de agosto de 1948, siendo incorporados a la Constitución, luego de la reforma de 1949.

El Decálogo de la Ancianidad comprendía derechos de asistencia, vivienda, alimentación, vestido, cuidado de la salud física, cuidado de la salud moral, esparcimiento, trabajo, tranquilidad y respeto.

Qué ocurre con quienes siguieron embanderándose en las ideas de Eva Duarte y de Perón, aludiendo a aquel movimiento "justicialista", llamado Peronismo, que dejó de existir al morir sus líderes, pero lo siguen invocando a conveniencia y sin embargo lo que menos hacen es poner en práctica lo que habían hecho bien y desechando lo que hicieron mal. Han pasado 72 años y lejos de tener en cuenta los derechos de la ancianidad, nuestros gobiernos parecen castigar a los jubilados. La Historia es como una noria en la que el caballo gira y siempre vuelve al mismo lugar. Desde tiempos inmemorables, los gobiernos toman de las Cajas de Jubilaciones el dinero que se descontó durante tantos años, en concepto de aportes jubilatorios y deberían reintegrar a las personas al momento de jubilarse, pero eso no ocurre, las jubilaciones son indignas, casi una limosna que no alcanza para cubrir sus necesidades, porque el dinero que legítimamente les pertenece a los jubilado se utiliza con otros fines, se destina muchas veces a beneficiar a gente que no sabe lo que es trabajar, consideran que tienen derecho a ser mantenidos y lo son, con ese dinero y el de los impuestos pagados por quienes trabajan.

Qué podrán decir los sociólogos acerca del comportamiento de nuestra sociedad y su actitud frente a los ancianos, la falta de valoración y respeto, el desprecio a la vejez a la que algún día, tal vez, llegarán. Tenemos notables diferencias con otras culturas que hacen un culto a la vejez, respetando a sus mayores, porque son sinónimo de sabiduría, experiencia y merecen ser valorados.

Los ancianos de los países orientales tienen una consideración muy diferente a la de las sociedades occidentales. China y Japón son dos de las culturas donde más se respeta y se venera a las personas mayores.

En Japón, se celebra el Keiro No Hi (Día del Respeto a los Ancianos), una festividad muy importante en la que participa activamente la familia. Los ancianos japoneses son respetados como pilar de la sociedad. Los jóvenes aprenden desde pequeños a valorar la experiencia y la sabiduría de sus mayores. Aunque esta visión se halla en lo más profundo del pensamiento chino, el gobierno promulga leyes que obligan al cuidado de las personas mayores.

En nuestro país, ocurre lo contrario, llegar a la vejez es como un pecado que se castiga abandonándolos en geriátricos o poniéndolos al cuidado de personas que muchas veces también los maltratan.

Vivimos en una época en la que prevalecen los valores asociados a la belleza externa y a la inmediatez. Ser viejo o anciano se ha convertido en sinónimo de feo, antiguo, estorbo o incapaz. Cuidado, algunos tendrán la suerte de llegar y otros ni siquiera tendrán la oportunidad de saber lo que es llegar a adulto mayor, experimentar cómo se siente, cómo los hacen sentir.

Valoremos a nuestros adultos mayores que nos han brindado los mejores años de sus vidas para hacer de nosotros personas de bien y eso implica ser agradecidos y retribuir el amor y la educación que hemos recibido y acompañarlos para que transiten la última etapa de sus vidas, con el afecto y los cuidados que merecen.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Jueves 27/08/20 - (Cantidad de caracteres: 3586)