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Cuando las "grietas" se cerraban
con mate y dulce de leche

En los últimos años, mucho se ha nombrado "la grieta", en alusión a las diferencias irreconciliables entre Kirchneristas y Macristas. Lamentablemente, las ansias de poder hacen que aún se la siga nombrando. Lejos quedaron los tiempos en que también existieron grietas, incluso una que se cerró con mates y dulce de leche.

Quién comenzó a hablar de "la grieta" fue el periodista, Jorge Lanata, cuando en 2013 subió al escenario de la fiesta de los Martín Fierro, donde fue galardonado con tres estatuillas (Por su labor masculina periodística en TV, otra por su programa radial "Lanata sin Filtro" y la tercera por "Periodismo para Todos"). Fue aplaudido por algunos y abucheado, por otros. Parece que lo que menos tuvieron en cuenta fue uno de los consejos de Martín Fierro, escritos por la pluma de José Hernández: "Los hermanos sean unidos, porque ésa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera".

Fue entonces cuando Lanata dijo: "Hay una división irreconciliable en Argentina y eso es lo peor que nos pasa y va a trascender a este gobierno (en ese momento, Cristina Fernández). La grieta igual va a permanecer, porque ya no es política, es cultural en sentido extenso. La grieta ha separado hermanos, amigos, parejas. Esta historia de que quien está en contra es un traidor a la Patria. La última vez que pasó fue en los 50 y duró 50 años. Creo que todos somos la Patria. Nadie tiene el copyright de la Patria. Nadie tiene el copyright de la verdad y ojalá alguna vez podamos superar esta grieta..."

Si hacemos memoria, en nuestro país hubo diferencias desde los tiempos de Unitarios y Federales y luego fueron surgiendo otras ideologías políticas, muy diferentes entre sí, pero debatían y se respetaban. Uno de los casos más recordados es el de Perón y Balbín, adversarios en la política y amigos en la intimidad, como quedó demostrado en las sentidas palabras de despedida que Balbín expresó frente al féretro de Perón.

También vale la pena recordar el Tratado de Cañuelas, uno de los tratados más importantes de la historia de la provincia de Buenos Aires, porque la situación política, por primera vez, cambiaba de un grupo de poder al otro, y se firmó una tarde, cerrando las diferencias a pura dulzura, compartiendo mates y dulce de leche. El 24 de junio de 1829, el general Juan Lavalle y Juan Manuel de Rosas firmaron en la estancia "La Caledonia", en Cañuelas, un armisticio a fin de reestablecer el orden.

Una leyenda cuenta que una de las criadas del General Juan Manuel de Rosas, olvidó al fuego una lechada –mezcla de leche y azúcar-. Al regresar a buscarla se encontró con una sustancia espesa y de un color similar al marrón, que estuvo a punto de tirar. Sin embargo, en lugar de desechar el producto, su sabor agradó a Rosas y se cuenta que compartió el nuevo dulce durante aquella reunión con el General Juan Lavalle, en la que discutieron los principales puntos del Pacto de Cañuelas, con el objetivo de detener la guerra civil que asolaba la provincia de Buenos Aires.

Lamentablemente, hoy podríamos decir que lejos estamos de cerrar la famosa grieta, que no alcanzarían todos los camiones hormigoneros del país para poder hacerlo y eso se debe a que a cada lado de la grieta se ubican ¿adversarios o enemigos? Los egoísmos, la ambición de poder y la soberbia, hacen que falte autocrítica, saber reconocer qué se hizo mal para poder subsanarlo e incluso, aceptando los errores, unirse para que puedan lograr lo que individualmente no han podido: el famoso "cambio" que nunca se aclaró cuál sería y el "poner a la Argentina de pie", que a un año de este nuevo gobierno, aún sigue de rodillas. Obviamente sin dejar de comprender que existe una pandemia que azota al mundo y que Argentina, ya venía tambaleándose y terminó de caer. Es necesario que todos dejemos de lado intereses personales y concientizarnos que debemos tener una cuota de patriotismo que nos impulse a empujar cada orilla en la que estamos parados, para cerrar la grieta, porque de seguir profundizándose nos puede devorar a todos.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 28/12/20 - (Cantidad de caracteres: 4151)