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Aniversario de la muerte de Evita

Hoy se cumplen 69 años del fallecimiento de Eva Duarte de Perón, quien fue la segunda esposa del ex-presidente Juan Domingo Perón. Evita falleció el 26 de julio de 1952, víctima de una penosa enfermedad.

Había nacido el 7 de mayo de 1919 en Los Todos, provincia de Buenos Aires. Fue "hija natural" de Juan Duarte y Juana Ibarguren. Era la menor de cinco hermanos: Blanca, la mayor (1908-2005), luego nació Elisa (1910-1967), después nació Juan Ramón (1914-1953), le siguió Erminda Luján (1916-2012) y por último, Eva María (1919-1952).

Su padre fue un importante estanciero y político que mantuvo a dos familias, la legítima compuesta por su esposa legal, Adela Uhart, de Chivilcoy, con quien tuvo seis hijos: Adelina (casada con Francisco José Grisolía); Catalina (casada con Anselmo Castagnino); Pedro; Magdalena (casada con Gatto); Eloísa (casada con Muñoz) y Susana Duarte. La familia clandestina era la que formó con Juana Ibarguren, madre de Evita y los otros cuatro hijos.

Tiempo después de morir Juan Duarte, el 7 de enero de 1926, en un accidente automovilístico, la madre de Evita pasó muchas penurias económicas, ya que era Duarte quien solventaba los gastos para la crianza de los hijos. Asimismo los hijos sufrieron la discriminación por ser hijos naturales y su madre era tildada de concubina. Esta situación marcaría a Evita para siempre.

Cuando tuvo 15 años, Evita viajó a Buenos Aires con su madre para presentarse a una prueba en Radio Nacional, pero como no la llamaban, tiempo después decidió volver a viajar a la capital y fue entonces cuando el cantor Agustín Magaldi le abrió las puertas para iniciar una corta carrera en radioteatro y cine.

Pasados unos años, Juan Perón y Evita se conocieron en 1944 cuando hubo un terrible terremoto en San Juan y murieron miles de personas. El era secretario de Trabajo y Previsión y ella una afamada actriz de radio que intentaba abrirse camino a la pantalla grande. Ese primer encuentro fue en el Luna Park, con motivo de una colecta que se realizó para ayudar a los sanjuaninos y Evita aprovechó la oportunidad para acercarse a Perón. A partir de ese día, nunca más se separarían hasta la muerte de ella.

Se convirtieron en amantes, algo que no estaba excesivamente mal visto ya que él era viudo. A medida que fue creciendo su influencia sobre él, sin embargo, hubo que legalizar su situación para calmar a los elementos más críticos. Se casaron el 22 de octubre de 1945. Realizaron juntos la campaña para las elecciones presidenciales en junio de 1946.

A principios de 1950, Evita empezó a padecer los primeros síntomas de cáncer, pero no se amilanó. Ayudó a su marido a preparar la campaña presidencial. El 22 de agosto de 1951, un millón de personas enfervorizadas exigieron que ocupara la vicepresidencia. Ella ya estaba muy debilitada y su marido la obligó a renunciar.

Consciente de que su fin se acercaba, leyó un mensaje, que parecía un testamento a su pueblo: “Me gustaría que se dijera de mí: junto a Perón había una mujer que se dedicó a transmitirle las esperanzas del pueblo. De esta mujer solo se sabe que el pueblo la llamaba con amor Evita”.

Eva luchó por los más necesitados, por lo cual era llamada “la abanderada de los humildes”. A ella se debe la ley que establece el voto femenino (1947) y que se concretó por primera vez en 1951.

Falleció a los 33 años el 26 de julio de 1952, en la residencia presidencial que ocupaba el espacio donde actualmente se encuentra la Biblioteca Nacional. Al pie de la barranca que da hacia avenida del Libertador (entre Agüero y Austria), se emplaza un monumento que rinde homenaje a Evita, creado por el escultor, Ricardo Gianetti, inaugurado el 3 de diciembre de 1999.

Fue embalsamada por el doctor Pedro Ara y sus restos descansan en la bóveda familiar en el Cementerio de Recoleta, desde 1976. Cabe recordar que su cuerpo había sido secuestrado y sepultado bajo el nombre de María Maggi de Magistris, en el Cementerio Mayor de Milán y después de varios años lo devolvieron al general Perón, quien estaba radicado en España.

Después de la muerte de Perón, cuando estaba cumpliendo su tercer mandato presidencial en Argentina, quedó a cargo de la presidencia de la Nación, su tercera esposa, María Estela Martínez y ella fue quien se ocupó de repatriar los restos de Evita, para que descansen en nuestro país.

Una triste historia, de una mujer que intentó amparar a los desprotegidos, a sus descamisados, tan amada y tan odiada, pero indudablemente, conocida en el mundo entero.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 26/07/21 - (Cantidad de caracteres: 4520)