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Tristeza de no ser profeta en tu tierra y sorpresa por ser reconocido en Alemania
Luis Chocobar es un ex policía argentino, de 34 años, condenado por el asesinato de un delincuente durante una persecución después de que este último apuñalara a Frank Joe Wolek, un turista estadounidense en el barrio de La Boca de Buenos Aires el 8 de diciembre de 2017.
Luego del incidente, Chocobar fue aclamado como un héroe por el entonces presidente Mauricio Macri y la secretaria de Seguridad Patricia Bullrich. Su caso inspiró la doctrina Chocobar, aprobada por Bullrich, que amplió los derechos de los policías a ejercer la fuerza.
Poco antes de conocerse la condena, Wolek, el turista defendido por el policía, le manifestó su apoyo a través de una conversación que sostuvieron ambos en un canal de noticias: “Fuiste la persona que estuvo cuando lo necesite. Me alegra saber que seguirás luchando, porque no hiciste nada malo”, le dijo.
El 28 de mayo de 2021, Chocobar fue condenado a dos años de prisión condicional y cinco años de suspensión como agente de policía. Chocobar no cumplirá condena por la ligereza de la sentencia y anunció que apelará a un tribunal superior para su absolución.
Hace pocos días, el ex policía Luis Chocobar tuvo una noticia inesperada, un alemán llamado Ludwig Eisenbock de 72 años, que tiene un negocio inmobiliario en Munich, decidió donarle $ 400.000, por considerarlo un héroe. El hombre ha manifestado que agradece ser alemán para trabajar, ganar mucho dinero, poder disfrutar y ayudar, en este caso, a Chocobar, a quien considera un héroe y valora por haber defendido a un turista.
Ludwig viaja seguido a la Argentina, desde hace 40 años e incluso compró una casa en Calingasta, provincia de San Juan y dice que también él pudo ser aquel turista apuñalado al que Chocobar defendió.
El hombre comenta que esa noticia lo atrapó desde el primer momento y ahora siente enojo por la sentencia al policía y una gran tristeza.
Al enterarse del veredicto se contactó con Fernando Soto, abogado de Chocobar, para hacerle llegar su solidaridad, admiración y un abrazo, pero además, le donó 400 mil pesos, que es la suma del embargo que le hizo la justicia y no pudo pagar por falta de bienes.
Ludwig leyó en internet que se había realizado una colecta en la que hasta este jueves superaba los 2.5 millones de pesos que irán destinados a la flamante Fundación Chocobar, que tiene como objetivo principal brindar asistencia legal, técnica, psicológica, médica, sanitaria, social, alimenticia y económica a los miembros de las fuerzas de seguridad de todo el país. "Cuando me enteré de esta noticia, no lo dudé", afirma el ciudadano alemán.
El hombre dice entender que tal vez Chocobar se excedió y lamenta que no hubiera llegado un minuto antes a la escena del ataque, ya que hubiera podido reaccionar con los atacantes in fraganti y de manera legal.
El es un enamorado de Argentina y recuerda que su primera vez aquí fue en 1983: "Venía desde Alaska con mi moto por la Panamericana y me propuse llegar hasta Ushuaia. Me enamoré de la Cordillera de los Andes y de unas vistas panorámicas únicas, desde entonces, viajé cada vez más seguido hasta que empecé a sentir algo fuerte por el país. Argentina me dio mucho, los mejores recuerdos de mi vida están allí, comidas, amigos, mujeres, tanguerías, disfruto bailar el tango. Por todo esto decidí ayudar a Chocobar, porque yo quiero sentirme más seguro cuando esté allá".
Soto, el abogado de Chocobar se mostró gratamente sorprendido por la iniciativa del ciudadano alemán y se estaba comunicando este viernes para coordinar cómo llevar a cabo la transacción.
Chocobar estaba asombrado y emocionado y así lo expresó a algunos medios: "La verdad es que no me esperaba que alguien de otro país, tan lejano de nuestra realidad, pueda primero enterarse qué pasó, cómo fueron los hechos y luego tuviera la delicadeza de pensar en mí. Si bien me da mucha vergüenza recibir plata, aprendí a aceptarlo dejando el orgullo de lado".
Acciones como la colecta nacional de más de 2.5 millones sacudieron a un Chocobar, aunque admitió que "al principio pensaba que era una joda, '¡qué van a pensar en mí!', creí. Pero con iniciativas como esa o ésta de un particular uno se siente menos solo, menos abandonado y desprotegido y creo que estas noticias me hacen pensar que la sociedad no es tan inhumana como a veces parece. En algunas ocasiones el otro importa... Y no me quiero victimizar, eh, a mi Dios me puso en este lugar por algo y entiendo que mi camino está marcado". También dijo: "Lo agradezco infinitamente y le estaré por siempre en deuda. Debo reconocer que estoy en un momento económico muy difícil, tengo la manutención de mi hija, y por eso tengo que estar haciendo changas".
El ex policía siente que la Justicia lo abandonó y además dice que volvería a hacer lo mismo, pero agrega: "los policías van a pensar dos veces en actuar".
Demás está decir que el turista Wolek, ha manifestado tanto en su momento como hasta ahora, su agradecimiento y se solidariza con lo que considera un fallo injusto.
Actualmente, para tener una fuente de ingresos, Chocobar compra medias a un mayorista y las vende en la calle y en ferias.
La historia del policía me recuerda la letra del tango "Cuesta Abajo", de Gardel y Lepera, aunque claro que la letra hace referencia a una mujer que engaño a un hombre y yo asocio la letra a esta historia de vida tan diferente pero lo que dice, le va perfecto:
Si arrastré por este mundo
La vergüenza de haber sido
Y el dolor de ya no ser (vergüenza injustificada porque fue un policía ejemplar que defendió a un ciudadano al que apuñalaron 12 veces)
Bajo el ala del sombrero
Cuantas veces, embozada
Una lágrima asomada
Yo no pude contener (su impotencia por haber querido ayudar y hoy ser incomprendido, seguramente le hizo llorar muchas lágrimas)
Si crucé por los caminos
Como un paria que el destino
Se empeñó en deshacer
Si fui flojo, si fui ciego (en este caso, ni flojo ni ciego, bien corajudo)
Sólo quiero que comprendan
El valor que representa
El coraje de querer (querer ayudar aún poniendo en riesgo la propia vida, eso sí que es coraje)
Ahora, cuesta abajo en mi rodada
Las ilusiones pasadas
No me las puedo arrancar (su ilusión de ser un buen policía y ser condenado por serlo)
Sueño con el pasado que añoro
El tiempo viejo que lloro
Y que nunca volverá (Hoy ya no es policía y estudia enfermería (pasará a tercer año) para poder tener una nueva profesión que le permita subsistir con dignidad e increíblemente, siempre poniendo en primer lugar la vocación de servicio para ayudar a los demás, antes policía y pronto, enfermero).
Chocobar fue recientemente condenado a dos años de prisión y cinco de inhabilitación por haber sido encontrado culpable de un homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber.
Una pena que su acto de coraje y filantropía, lejos de ser premiado, es condenado y aunque la sociedad en su mayoría lo considera un héroe, un juez, con su sentencia, ha manchado su legajo, su carrera.
Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 07/06/21 - (Cantidad de caracteres: 6978)
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