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www.conozcabuenosaires.com.ar¿Qué tienen en común el Obelisco porteño y la Torre Eiffel?La Torre Eiffel fue creada por el ingeniero Gustave Eiffel para la Exposición Universal de 1889 en París y fue inaugurada el 31 de marzo de ese año. Situada en el extremo del Campo de Marte a la orilla del río Sena, este monumento parisino, símbolo de Francia y de París, su capital. En un primer momento los ciudadanos franceses la rechazaron ya que les parecía horrible, sin embargo los intentos por derribarla fueron vanos y es uno de los monumentos más visitados del mundo. Algo similar ocurrió con el Obelisco porteño, que fue construido por el arquitecto Alberto Prebisch, se inauguró el 23 de mayo de 1936. Está emplazado en avenida 9 de Julio y Corrientes, en la Plaza de la República y conmemora los 400 años de la llegada de Pedro de Mendoza, el adelantado que fundó por primera vez Buenos Aires. Inmediatamente después de su construcción, el obelisco se tornó en centro de las burlas y protestas de los porteños. Tres años después de su inauguración, en junio de 1939, el Concejo Deliberante sancionó la demolición del Obelisco por Ordenanza Nº 10.251, por 23 votos contra tres, aduciendo razones económicas, estéticas y de seguridad pública. La ordenanza fue vetada por el intendente Goyeneche, y no prosperaron otras tentativas por derribarlo, convirtiéndose en el ícono de los porteños. La Torre Eiffel se pinta cada cinco años y son necesarias 50 toneladas de pintura para evitar la corrosión, razón por la que ha cambiado de color en numerosas ocasiones. Son los visitantes los que deciden la nueva tonalidad votando en el primer piso como quieren que se pinte. En los últimos días circuló la novedad sobre el tema. Se ha informado que dejará el tono marrón y será pintada de dorado, como había sido concebida por su creador. La Torre Eiffel se vestirá de oro, en la campaña de renovación más importante de su historia. "Le dará un aspecto más dorado, coincidiendo con los Juegos Olímpicos", señaló Patrick Branco Ruivo, director general de la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE). "El nuevo tono se puede ver ya en la punta de la Torre. No es un gran cambio pero con un bonito cielo azul de fondo, crea unos reflejos metálicos y brillantes", añadió Branco. Los trabajos, que comenzaron en 2019 y durarán hasta noviembre de 2022, tienen un costo de 60 millones de dólares y son considerables: hay que decapar y pintar 18.000 piezas unidas por 2,5 millones de roblones. Además, la presencia de plomo en la pintura de las anteriores renovaciones obliga a reforzar el protocolo sanitario de la obra. El trabajo de quitar las capas de pintura sucesivas se concentra de momento en el arco sur de la estructura, la parte que da al Campo de Marte, la más degradada por el sol y la lluvia. A cientos de metros del suelo, equipados con arneses, herramientas y un bote de pintura, los pintores saltan de una pieza a otra. "La mayor parte del tiempo nos movemos como si fuera un circuito de arborismo", explica Antoine Olhagaray, pintor de 22 años especializado en trabajo en altura. Como podemos ver, cada ciudad tiene su símbolo con el cual se identifican en el mundo y esos símbolos no siempre fueron aceptados desde su creación. Sin embargo el tiempo hizo que echaran raíces y se convirtieran en parte del paisaje arquitectónico urbano de las ciudades. Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 08/02/21 - (Cantidad de caracteres: 3324) |
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