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    La reglamentación de la ley de etiquetado frontal

    Después de tantas idas y vueltas, se estima que en 90 días estaría reglamentada la ley de etiquetado frontal de alimentos. Durante ese tiempo, los fabricantes podrán incluir los sellos negros de "Alto en grasas totales", "Alto en azúcares", "Alto en grasas saturadas", "Alto en sodio" y "Alto en calorías", al frente de envases, latas y botellas.

    Ley etiquetado frontalSin embargo surgen varias dudas sobre la implementación de la ley, ya que la misma deja afuera a varios alimentos de consumo masivo, como por ejemplo los que se compran al paso, en panaderías, rotiserías, restaurantes, food track y puestos callejeros. La Ley solo abarca alimentos procesados y ultraprocesados, pero están los que no encuadran dentro de los mismos y también son perjudiciales para la salud.

    Según la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), los productos que sí tocará la ley apenas aportan el 35% del volumen físico (algo más en energía) de la dieta promedio de la población.

    Por eso surge la gran duda sobre las comidas no envasadas más populares que se comen en la calle y qué sellos debería tener cada una.

    ¿Cuáles son esas comidas que todos consumimos y deberían tener su sello?

    La pizza al paso, que al igual que la congelada que compramos en los supermercados y deberán tener el sello en su caja, también debería contar con el sello negro indicando el contenido de grasas, sodio u otros.

    Lo mismo ocurre con los choripanes o sandwiches que se venden en puestos callejeros, en la costanera, el ingreso a las canchas o los panchos que parecen inofensivos y contienen el pan, la salchicha, aderezos y papas fritas!!!, siendo consumidos por adultos y niños.

    También hay productos como los sandwiches de fiambre o milanesa que se vende casi como el choripán y deberían contar con tres sellos: "Alto en grasas saturadas, Alto en grasas totales y Alto en sodio" y por supuesto, los productos dulces también merecen un capítulo aparte: facturas, brownies y todas las dulzuras tentadoras que venden en confiterías y puestos callejeros. Copos de nieve, manzanitas acarameladas, pochoclos.

    Los cinco octógonos negros son: Alto en azúcares, Alto en grasas saturadas, Alto en calorías, Alto en sodio y Alto en grasas totales. Por ejemplo las facturas, tartitas, bizcochuelos, entre otros, deberían llevar todos los sellos menos el de grasas totales.

    ¿Y qué podemos decir de la gran tentación de los helados? tampoco habrá octógonos negros en los cucuruchos, en los cuartos ni en los vasitos de plástico. Las bochas de helado quedan fuera de la ley. En el caso de que fuesen alcanzados por la norma, la situación sería bien distinta: "Todos los sellos negros, menos el de sodio".

    Tomando en cuenta todos los alimentos que consumimos cabe destacar que los distintos cortes de carnes, vacuna, porcina y otras, tienen más o menos grasa y deberían llevar el octógono que indica alto contenido de grasas totales y el de alto contenido de grasas saturadas.

    Todos los sistemas de etiquetado frontal de alimentos en el mundo constan de dos elementos centrales: la imagen gráfica (octógonos negros en nuestro país, semáforos, escala de 5 colores, estrellas, tildes, en otros puntos del mundo) y el sistema de perfil de nutrientes, que en nuestro caso es el establecido por la OPS y que generó polémica con la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), que quería que se tome como partida de la ley parámetros nacionales.

    Los umbrales pueden ser fijos o móviles. Los fijos son valores de contenido de sodio, azúcares, grasas saturadas o calorías únicos, uniformes, para todos los alimentos (se diferencian alimentos sólidos por un lado y bebidas por otro, en estas últimas con otros valores de umbrales). Por encima de ese umbral los productos deben exhibir el octógono negro (o el logotipo de que se trate) y por debajo, no.

    "Los umbrales fijos son criterios bien definidos, basados en estudios que determinan cuáles valores de nutrientes críticos pueden considerarse efectivamente un exceso o alto contenido y el alimento en cuestión poco saludable. La “vara” es la misma para todos", explica Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA). Esos umbrales fijos varían según el país y los estudios de consumos alimentarios en los mismos, estableciendo la propia configuración del mercado de alimentos.

    Todos los países del mundo que tienen EFA tienen umbrales fijos, con la excepción de México y ahora, de Argentina.

    "El único sistema de umbrales móviles existente es el modelo de perfil de nutrientes de OPS, que define como umbral de nutrientes críticos a la relación o ratio entre el contenido de cada nutriente y las calorías. Según este criterio, el umbral no es el mismo en diferentes alimentos sino que cuanto menos calorías tiene un alimento, menor será el umbral y viceversa. A menor contenido calórico, más difícil será que un alimento eluda el octógono negro. Más aún, en algunos casos, el fabricante podría preferir aumentar las calorías de un producto para de esa manera tener un umbral más alto para 'enmascarar' el contenido de azúcar, o sodio o grasas.


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Viernes 12/11/21 - (Cantidad de caracteres: 5099)




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