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www.conozcabuenosaires.com.arEl sistema carcelario requiere soluciones urgentesHace cuatro años se había anunciado la mudanza de la Cárcel de Devoto a Marcos Paz, pero para ello es necesario construir el espacio para alojar a los presos y esto aún no sucedió. La cárcel de Devoto es el último penal de la Ciudad de Buenos Aires y sigue ahí. Si bien la pandemia impidió la construcción del nuevo espacio para trasladar a los presos, vale recordar que la misma comenzó hace dos años y antes de ello, tampoco se hizo nada. Desde hace varios años, el sistema carcelario de nuestro país es insuficiente y deplorable, por eso es una buena excusa para la suelta de presos que lejos de ser una solución, fue una decisión desafortunada, generó males mayores, aumentando la inseguridad y el temor del ciudadano común que sufre las consecuencias, robos, entraderas, salideras, femicidios. Parece que los legisladores no entienden que es momento de cambiar leyes, que las penas sean efectivas y se construyan más cárceles para alojar a quienes han sido condenados por no cumplir con la ley. Es inentendible que una pena de determinados años se reduzca a la tercera parte "por buen comportamiento", cuando quien delinquió no tuvo buen comportamiento en sociedad y debe pagar por ello. Que cumpla con la condena y luego demuestre su buen comportamiento para reinsertarse en sociedad y tenga una vida digna y en el marco de la ley. En los últimos días, fuentes del Gobierno porteño dijeron que el fin del gran establecimiento carcelario se concretaría en 2023, aunque no hubo una comunicación oficial. Algunos vecinos creen que detrás del trascendido solo hay una especulación electoral: en 2023 hay elecciones presidenciales. "Los políticos hacen sus promesas de mejoras, nos convocan a reuniones, nos encuestan y los resultados están a la vista: la cárcel sigue igual, en el lugar de siempre", dice Gonzalo Aguilar, uno de los referentes de la lucha histórica de los vecinos por la erradicación del penal. Hace poco más de diez años, en junio de 2011, la expresidenta Cristina Kirchner anunció el cierre del complejo penitenciario y la construcción de una nueva unidad en Agote, en el partido de Mercedes, a 86 kilómetros de la cárcel de Devoto. Sin embargo a mediados de 2016, las obras del complejo nuevo solo habían avanzado un 8%. Desde entonces la construcción del penal en Agote osciló entre interrupciones y avances, y aún sigue en obra y sin alojar presos. También hace cuatro años, fue el último anuncio: “Estamos orgullosos de contarles que vamos a mudar la cárcel de Devoto. No existe en el mundo una cárcel en el medio de la ciudad, como acá. Los internos serán trasladados a un nuevo predio que construiremos en Marcos Paz. Y en este lugar tendremos viviendas nuevas y espacios verdes”, dijo el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta ante periodistas, funcionarios y vecinos. Se estimaba que la nueva cárcel de Marcos Paz iba a estar terminada en septiembre de 2020. Pero otra vez la realidad, con la pandemia de coronavirus primero, y la quita de fondos de la coparticipación después, volvió postergar la promesa para más adelante. Cabe recordar que en abril de 2020, hubo un motín de presos que tomaron el penal durante horas y llegaron a los techos del complejo, en reclamo de mejores condiciones sanitarias. Meses más tarde, en noviembre de 2020, el Gobierno de la Ciudad comunicó que el proyecto del traslado de la cárcel de Devoto y la obra de la de Marcos Paz, con capacidad para 2.240 internos, estaban cancelados por la quita de fondos de la coparticipación. "La obra en Marcos Paz no está avanzada. No entiendo cómo podrían encarar un traslado de esta magnitud sin siquiera tener un lugar preparado desde este año", puntualiza Aguilar y agrega: "Los edificios públicos y más un complejo penitenciario federal, tienen muchísimas dependencias. Funcionan universidades, oficinas administrativas, varias áreas. Por logística y por seguridad, un traslado de una cárcel se hace por tandas y con procesos de prueba. Nada de eso hoy está pasando y nada de eso puede pasar en el corto plazo". La cárcel se construyó en terrenos donados por la familia Visillac al Estado nacional. Ocupa el espacio delimitado por la avenida Bermúdez y las calles Nogoyá, Desaguadero y Pedro Lozano. Fue inaugurada en 1927, en una zona que por entonces era las afueras de la Ciudad, como suele decirse, extramuros, pero ahora dejó de serlo y forma parte de la ciudad. Nació como una prisión para contraventores y estaba bajo la órbita de la Policía Federal. Recién en 1957 quedó en manos del Servicio Penitenciario Federal y se convirtió en un complejo de máxima seguridad. Para los vecinos de Devoto que viven en los alrededores de la cárcel, la vida se hace complicada, difícil, debido a los gritos, batucadas, sirenas de camiones celulares que traslada a los presos y todo eso genera un gran malestar en el barrio, que desde hace varios años reclama el cierre de la cárcel. Semanas atrás, después de un motín en una comisaría en Balvanera, el jefe de Gobierno porteño acusó al gobierno nacional de cerrar las cárceles para los delincuentes detenidos por la policía local. De acuerdo al gobierno porteño, en establecimientos de la Ciudad hay 816 presos que deberían estar en cárceles federales, dependientes de Nación. Sería importante que los legisladores pongan este tema en agenda y le den prioridad antes que a otros temas triviales como por ejemplo: el cambio de nombre de una calle y otras cuestiones que no son prioritarias, pueden y deben esperar. Susana Espósito - Noticia publicada el: Martes 12/04/22 - (Cantidad de caracteres: 5503) |
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