Conozca
Buenos Aires


MENU PRINCIPAL

  • Home
  • Noticias
  • Historia
  • Barrios
  • Iglesias
  • Plazas
  • Monumentos
  • Arquitectura
  • Cúpulas
  • Puertas
  • Vitrales
  • Pisos
  • Arañas
  • Relojes
  • Aljibes
  • Murales
  • Filete Porteño
  • Curiosidades
  • Perlitas
  • Pasajes
  • Arboles
  • Destacados
  • Postales
  • Día y Noche
  • Ayer y Hoy
  • Museos
  • Bibliotecas
  • Ferias
  • Café - Bar
  • Sabores
  • Donde ir
  • Espectáculos
  • Tango
  • Info al Turista
  • Visitas Guiadas
  • Videos
  • Web amigas
  • Teléfonos útiles
  • Notas en medios

  • Contacto

    Usted es el visitante

    Desde 01/01/2016


    www.conozcabuenosaires.com.ar




    Día Internacional del Payaso

    El 5 de noviembre es el Día Internacional del Payaso. La creación de este día surgió en honor al nacimiento del español Emilio Alberto Aragón, quien encarnó al famoso payaso conocido como "Miliki" (eran un trío integrado por Gaby, Fofó y Miliki).

    El portal ClownPlanet.com asegura que los payasos aparecieron, por primera vez, en Egipto, en el año 2500 a.C. Fue en la Quinta Dinastía de Dadkeri-Assi, en la que un payaso enano hacía las veces de bufón de la corte.

    dia del payasoSe podría considerar al Bufón como el origen primigenio del Payaso y por tanto concluir que el arte del payaso existe desde hace miles de años. Los bufones de la Corte han actuado en China desde 1818 a.c. A lo largo de la historia la mayoría de las culturas han tenido clowns. Cuando Cortez conquisto la Nación Azteca, descubrió que en la Corte de Moctezuma había bufones parecidos a los europeos. “Fools aztecas” clowns enanos y bufones jorobados, estuvieron entre los tesoros encontrados que trajo a su vuelta al Papa Clemente VII.

    La mayoría de las tribus Nativas Americanas han tenido algún tipo de clown. Estos clowns tenían un importante rol social y religioso en la vida de la tribu y en algunos casos eran considerados capacitados para curar ciertas enfermedades.

    Sin embargo, el primer clown o payaso de circo fue Philip Astley, un jinete y acróbata británico, considerado el “padre del circo moderno", en 1768. El acto estaba basado en la historia de un sastre, un inepto equitador, que se dirigía a Brendford a caballo para votar en unas elecciones. Astley imitaba al sastre, intentando montar al caballo. Primero tenía tremendas dificultades para montar correctamente, y después cuando finalmente conseguía montarlo, el caballo salía galopando a tal velocidad que lo hacía volar por los aires cayendo al suelo. Como productor circense Astley contrato a otros clowns y se convirtió en algo tradicional en todos los circos, durante un siglo. Incluso hoy en los circos modernos existen algunas variaciones de esa rutina con alguien del público intentando montar un caballo.

    A partir de aquel primer circo, se crearon otros, en distintos países europeos y en América.

    En nuestro país, el espectáculo circense tuvo sus orígenes a comienzos del siglo XIX y en 1834, el acróbata italiano Pedro Sotora fue el primer payaso que actuó en Buenos Aires.

    Al principio se presentó como prestidigitador, auto titulándose luego El rey del fuego y por último como El hombre incombustible, especializándose en saltos mortales y otros tipos de peligrosas piruetas. Muchos de estos primitivos espectáculos circenses tenían lugar en el famoso Parque Argentino, que estaba en la plaza del Parque, hoy plaza Lavalle, en la primera mitad del siglo XIX.

    En 1908 llegaron a funcionar en la Capital, en forma simultánea, 9 circos; y en el Hipódromo, en plaza Lorea, el admirado Frank Brown no comenzaba su rutina circense sin leerle a un atento público algún poema de Rubén Darío.

    En Buenos Aires, los teatros más importantes competían entre sí ofreciendo espectáculos circenses a un público que iba en aumento.

    Una curiosidad sobre los payasos es que a algunos les causan risa y a otros les provocan miedo. En un estudio realizado en 2008 en Inglaterra se llegó a la conclusión de que a muy pocos niños les gustan los payasos. También concluyó que la práctica común de decorar las salas infantiles de los hospitales con imágenes de payasos puede crear exactamente lo contrario a un entorno propicio para los niños. No es de extrañar que tanta gente odie al payaso de McDonald's.

    Según algunos psicólogos, las fobias hacia los payasos se ven reforzadas por el hecho de que los payasos usan maquillaje y disfraces para ocultar sus verdaderas identidades y sentimientos. Así como están los payasos que intentan hacer divertir y reír, también la imagen del payaso ha sido utilizada en películas, cámaras ocultas e incluso disfraces para perpetrar robos y en todos estos casos, hacen cosas malas y generan miedo.


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Viernes 04/11/22 - (Cantidad de caracteres: 3977)




    Página Declarada de
    Interés Cultural
    (Legislatura CABA 512/2004)


    Auspiciada por:
    El Ministerio de Cultura del GCABA
    Res. 2027/2005
    y la
    Subsecretaría de Turismo del GCABA Res. 065-SSTUR-07