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    Se cumple un siglo del hallazgo de la tumba de Tutankamón

    El 4 de noviembre de 1922, el arqueólogo inglés Howard Carter descubrió la momia del faraón Tutankamón en el Valle de los Reyes, en Egipto. Este viernes se cumplen 100 años de su hallazgo.

    TutankamonHoward Carter había nacido en Kensington, Londres, el 9 de mayo de 1874 y fue un célebre arqueólogo y egiptólogo mundialmente conocido por descubrir la tumba KV62, perteneciente al faraón de la dinastía XVIII Tutankamón (Tut-Anj-Amón). Su descubrimiento alcanzó fama mundial debido a que se encontraba intacta tras más de tres milenios, siendo la tumba mejor conservada del Valle de los Reyes.

    En 1907 Carter comenzó a trabajar para Lord Carnarvon, un noble entusiasta aficionado a la arqueología, como supervisor de las excavaciones en Deir el-Bahari, cerca de Tebas. Gaston Maspero, presidente del Servicio de Antigüedades Egipcio, recomendó a Carnarvon contratar a Carter debido a sus métodos arqueológicos modernos.

    En 1914, Lord Carnarvon recibió los permisos para excavar en el Valle de los Reyes y Carter fue contratado nuevamente para liderar los trabajos. Se encargó de encontrar tumbas que pasaron desapercibidas en expediciones anteriores, en particular la del faraón Tutankamón. Sin embargo, la Primera guerra mundial paralizó las excavaciones y Carter trabajó como diplomático y traductor del Gobierno británico durante la contienda. Así pues, reanudó los trabajos a finales de 1917, pero Lord Carnavon era muy impaciente y en 1922, como no veía los resultados esperados, quiso retirar los fondos y después de discutir con Carter, aceptó financiar una última temporada en el Valle de los Reyes.

    El 4 de noviembre de 1922, el aguador del equipo tropezó con una piedra que resultó ser el comienzo de una escalinata de acceso a la tumba de Tutankamon. Carter excavó los escalones parcialmente hasta el hallazgo de una puerta de barro en la que se observaban varios cartuchos egipcios (sellos con escritura jeroglífica). El arqueólogo ordenó rellenar la escalera para proteger el lugar y mandó un telegrama a Carnarvon, quien llegó de Inglaterra el 23 de noviembre, dos semanas y media después, acompañado de su hija Evelyn Herbert.

    El 24 de noviembre de 1922 se excavó la escalera en su totalidad y el cartucho egipcio en el acceso que indicaba el nombre de Tutankamón. Dos días más tarde, Carter, Carnarvon, su hija Evelyn y el ayudante Arthur Callender realizaron una “pequeña abertura en la esquina superior izquierda” de la entrada, utilizando un cincel que su abuela le había regalado para su decimoséptimo cumpleaños. Carter pudo vislumbrar el interior gracias a la luz de una vela y ver tesoros dorados y en marfil. Carnarvon le preguntó si podía ver algo y Carter le respondió con su famosa frase: “¡Sí, puedo ver cosas maravillosas!”. Carter había descubierto la tumba de Tutankamón, que más adelante sería conocida como KV62.

    A pesar de la importancia de este hallazgo arqueológico, Carter nunca recibió honores del Gobierno británico. Sin embargo, en 1926, recibió la Orden del Nilo del monarca Fuad I de Egipto. Además, por sus méritos y hallazgos le fue conferido el doctorado honoris causa en Ciencias por la Universidad de Yale y con la membresía honoraria de la Real Academia de la Historia de Madrid, en España.

    sepulcro Howard CarterCarter falleció en su piso londinense de la calle Albert Court, número 49, cerca del Royal Albert Hall, el 2 de marzo de 1939, a la edad de 64 años debido a la enfermedad de Hodgkin.

    Se dijo que su muerte fue debido a la maldición de los faraones, recayendo sobre el grupo que profanó la tumba de Tutankamón al entrar en ella.

    Carter fue enterrado en el cementerio de Putney Vale, al oeste de Londres, cuatro días más tarde, asistiendo nueve personas a su funeral. En el epitafio de su tumba puede leerse: “Larga vida a tu espíritu, que pases millones de años, tú que amas Tebas, sentado con el rostro hacia el viento norteño y tus ojos resplandecientes de felicidad”, una cita prestada de la copa de Tutankamón y “Oh, noche, extiende sobre mí tus alas, como las estrellas imperecederas”.


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Viernes 04/11/22 - (Cantidad de caracteres: 4067)




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