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Historia y curiosidades del anís

Así como existen las efemérides históricas, que conmemoran hechos importantes, también existen efemérides religiosas, culinarias y otras llamativas, raras. Por ejemplo, el 2 de julio es el Día del anís.

La especie Pimpinella anisum es el nombre botánico del anís, una hierba de la familia de las apiáceas, originaria del sudoeste de Asia y la cuenca mediterránea oriental.

Como curiosidad, podemos recordar que el dúo Pimpinella comentó en más de una oportunidad que su nombre se debe a la planta de ese nombre, que da una flor aromática que tiene influencias astrológicas en el planeta y el sol, que simboliza la protección y el éxito y según Joaquín Galán, “consideraron que ese nombre les daría buena suerte en la carrera”, algo que es así hasta el día de hoy.

Las plantas de anís tienen forma de matas, de hasta 1 m de altura, sus hojas son ligeramente lobuladas y las flores son blancas, de 3 mm. Las hojas en la base son simples, de 2 a 5 cm de largo ligeramente lobuladas mientras que en la parte superior del tallo son pinnadas y más profundamente divididas. Las flores, de 3 mm, son blancas, pentapétalas y el fruto tiene forma de estrellitas, aromáticas y de rico sabor.

Tiene propiedades anti-bacterianas y anti-fúngicas. El anís estrellado alivia la congestión y limpia las vías respiratorias y el té de anís estrellado es muy recomendado para personas engripadas o resfriadas, es antiflatulento e inclusive, diversos jarabes y remedios se hacen a partir de esta planta.

Pero cuando decimos "anís", pensamos en esa bebida transparente como el agua, un licor, una bebida espirituosa de alta graduación que recibe su nombre del fruto de la planta con la que suele estar hecho: la Pimpinella anisum, conocida en castellano como “anís”.

El concepto de Anís como licor está legalmente muy restringido en la Unión Europea donde a la gran mayoría de las bebidas de este tipo no se les considera un aguardiente; además cambia de una cultura y época a otra.

Se dice que el aguardiente de Chinchón (España) es el primer anisado en el mundo: es muy seco, carece de dulzor y no está mezclado con otras sustancias y aromas. El Chinchón seco especial con 74% de alcohol es el de mayor graduación alcohólica en el mundo. Sin embargo, el anís más popular de España es el Anís del Mono, que tiene una simpática historia:

La botella de Anís del Mono encierra una serie de anécdotas que forman parte de la historia de la marca, nacida a finales del siglo XIX. ¿Por qué un mono? El fundador de esta casa, Vicente Bosch, acabó bautizando a la marca así tras recibir un mono como regalo durante una negociación comercial.

El simpático simio inspiró la etiqueta de este anís con más curiosidades aún. La imprenta francesa a la que el industrial catalán pidió que realizase la etiqueta cometió un error tipográfico: 'destillación' en lugar de 'destilación'. No menos sorprendente fue el guiño que el creador de esta marca hizo a Charles Darwin y al debate social existente en aquella época sobre la teoría de la evolución poniendo el rostro del naturalista inglés al mono de la etiqueta. La forma en la que Bosch logró atraer a sus clientes es un caso digno de estudio por el cuidado que el empresario puso en generar una imagen de marca.

Vicente Bosch, era un industrial catalán que fundó esa fábrica en Badalona y se inspiró en un frasco de perfume para la icónica botella –de la que esta casa se arroga la idea original “copiada posteriormente por el resto de marcas de anís”– cuando buscaba un regalo especial para su mujer en la plaza Vendôme de París, un perfume, que fue el disparador para la creación de la botella de anís.

Anís del Mono presume de haber sido el primer cartel luminoso de la Puerta del Sol, de haber tenido por cartelista al pintor Ramón Casas y, asimismo, de haber servido de inspiración a Juan Gris o Pablo Picasso, entre otros artistas.

En Argentina, el anís más popular ha sido el de la marca "8 hermanos". El nombre de la marca responde a los ocho hijos del catalán, Antonio Freixas, ya que tenía cuatro de un primer matrimonio y cuatro del segundo. En 1916, el presidente argentino Victorino de la Plaza fue quien recibió la primera botella de anís que produjo la compañía.

Hasta hace varias décadas, en casi todas las casas había una botella de anís, que solía servirse a las visitas, para acompañar alguna dulzura o para la sobremesa de una rica cena.

También podemos citar otra variante, el anís turco, que es la bebida anisada alcohólica nacional de Turquía y la más consumida entre las bebidas alcohólicas. Raki se toma con la comida, sobre todo con la cena. En general se sirve en dos vasos lisos y cilíndricos.

La variedad italiana se conoce con el nombre de Sambuca, un licor dulce y fuerte basado en el anís, típico de Italia y más concretamente de Lazio. También se consume en Argentina y es riquísimo.

Como conclusión podemos decir que esta bebida que parece haber quedado en el olvido, sigue vigente e incluso se sigue utilizando para incorporar en algunas recetas de pastelería, componente de algunos tragos o para beber solo, con hielo o un grano de café al que se enciende para que desprenda su aroma y otorgue un sabor enriqueciendo al anís.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Viernes 01/07/22 - (Cantidad de caracteres: 5200)