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La librería más antigua y las más bella de Buenos Aires

El SInCA es un programa dependiente de la Dirección de Planificación y Seguimiento de Gestión de la Unidad de Gabinete de Asesores del Ministerio de Cultura de la Nación, que produce, sistematiza y difunde información referida a la actividad cultural y de acuerdo a su base de datos, en Argentina hay 1.598 librerías.

Asimismo, un informe realizado por la Consultora BOP determinó que Buenos Aires es la ciudad con mayor cantidad de librerías per cápita del mundo: tiene 25 cada 100 mil habitantes.

Entre tantas librerías, podemos citar dos muy destacadas: la más antigua y la más bella. ¿Cuáles son?

La Librería de Avila, se fundó en 1785 y como la “Librería del Colegio”, por estar situada frente al Nacional Buenos Aires, en la esquina de Alsina y Bolívar. Es las más antigua de Argentina y de América, incluso se cree que es la más antigua del mundo que sigue en pie.

Se fundó con paredes de adobe y techo de paja. Además de libros, aquí se vendían hierbas medicinales y artículos para los gauchos. Con el tiempo, se transformó en la primera casa de la Ciudad de dos pisos. Lo más llamativo es que fue el refugio y punto de encuentro de los revolucionarios de mayo de 1810 porque los jóvenes Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Mariano Moreno y Juan José Paso eran habitués: iban a buscar los libros que llegaban de Francia, con el pensamiento vivo de la revolución francesa. Por lo tanto, se puede decir que esta librería fue clave en la formación de los hombres que lideraron los orígenes de la Argentina.

La librería cuenta con más de 100 mil libros y atesora muchas historias, entre ellas, se dice que los vecinos de La Manzana de las Luces fueron testigos de sucesos históricos: desde las invasiones inglesas (1806 y 1807), la huída de Juan Manuel de Rosas en 1852, hasta los encuentros furtivos entre Manuel Belgrano y Josefa de Ezcurra, amantes secretos, que tuvieron un hijo, criado por Rosas.

Pese a toda su historia, llegado el siglo XX, la librería quebró y, en la década del 80, se remató todo su inventario. El edificio, que pertenecía al Arzobispado de Buenos Aires, fue cerrado por unos 8 años y estuvo a punto de convertirse en un local de comida rápida. Cuando el librero Miguel Ávila se enteró de eso, sabiendo del valor que tenía para la cultura argentina, decidió comprarla, en 1993. Ávila logró que se rescindiera el precontrato con la cadena de hamburguesas y que accedieran a vendérsela para volver a ponerla en pie, bautizándola con su apellido. El entonces monseñor Jorge Bergoglio, y ahora Papa Francisco, fue parte de esas negociaciones.

Entre sus estantes pueden encontrarse libros y revistas antiguos, ediciones de colección y primeras ediciones, rarezas históricas, traducciones difíciles de encontrar, además de clásicos y best sellers.

Si hablamos de cuál de las librerías es la más bella de nuestro país, serán muchos los que coincidan en decir: Librería "El Ateneo Gran Splendid", pero además, en 2022, se la ubicó en un listado como la segunda librería más bella del mundo.

Situada en Avenida Santa Fe al 1860, el impactante edificio del Ateneo-Grand Splendid, había sido una fábrica de carruajes y luego, hasta comienzos del milenio era el cine-teatro más antiguo de Buenos Aires.

Cuando era un teatro con capacidad para 900 espectadores, el piso se encontraba inclinado a 45 grados. En la obra que se realizó en el 2000 (y que duró seis meses), se retiraron las butacas y el foso de orquesta, y se aplanó el piso. Además, debajo del escenario –por donde pasaban los actores y solían activarse las grúas–, se creó un patio de lectura infantil.

Otros interesantes datos son:
En 1919: Max Glucksmann, un inmigrante austríaco que llegó a la Argentina escapando de la Primera Guerra Mundial, adquirió el teatro, lo remodeló junto a los arquitectos Peró y Torres Armengol, y lo bautizó Splendid Theater. Sus puertas abrieron el 14 de mayo. En poco tiempo se empezó a divulgar boca en boca como “el teatro más lujoso de Barrio Norte”.

En 1923: Bajo su techo nació Radio Splendid, una de las primeras radios que emitió radioteatros en el país. Lydia Lamaison tuvo sus primeros pasos en el segundo piso. Más adelante, en los superiores funcionaría además el sello discográfico Nacional Odeon.

En 1924: Se celebraron conciertos y concursos de tango con la participación de Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Lola Membrives y Roberto Firpo (el mismo, en 1927, compondría el tango Grand Splendid). Muchos historiadores afirman que sobre el escenario, Glucksmann le enseñó a Gardel cómo darle más potencia a su voz. Muchos historiadores afirman que Carlos Gardel aprendió a darle más potencia a su voz en ese edificio.

En 1926: Con el estreno del clásico del cine mudo argentino Juan sin ropa, aquí se marcó la llegada del cine.

En 1929: El 12 de junio se exhibió La divina dama, la primera película sonora estrenada en Buenos Aires.

En dos oportunidades –y por más de sesenta años– funcionó como cine y en 1964, el empresario Clemente Lococo adquirió el edificio y lo devolvió a sus orígenes teatrales.

En 1971: Con la comedia 40 quilates en la que actuaban Mirtha Legrand y Arnaldo André, el edificio se despidió del teatro.

En 1973: Volvió a ser un cine y continuó en funcionamiento hasta febrero del 2000, año en el que se abrió la librería más grande de Sudamérica, apadrinada por el destacado escritor, Ernesto Sábato, abriendo sus puertas como El Ateneo Grand Splendid, en el mes de diciembre y desde entonces es muy visitada por locales y turistas de todo el mundo que llegan a Buenos Aires.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Miércoles 03/04/24 Fuentes consultadas: GCBA y Revista Gente
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